EL RESPETO A QUIENES RECUPERARON LA DEMOCRACIA

Santiago, 11 de septiembre 1973
9:10Hrs.

"Les habla el Presidente de la República desde el palacio de la Moneda.... superarán otros hombres este momento gris y amargo en el que la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor.”
Salvador Allende G.

Santiago, 11 de septiembre 2006

Ha vuelto arder La Moneda.

La democracia ganada con el esfuerzo y la lucha de tantos se ve menoscabada por arrebatos pueriles de jóvenes que bien no saben contra qué o contra quien están luchando.
El hombre libre se esconde en la muchedumbre, las ideas y debates no son su arma de lucha. Hoy prefiere romper paraderos de micros y tirar piedras contra jóvenes uniformados de verde que intentan poner orden a donde nadie ya comprende el origen del desorden.
Hace años, un hombre no entrego el poder a los traicioneros armados que se sentaron sobre la Constitución y la libertad de pensamiento...
Hace años, un Presidente prefirió la muerte antes que renunciar al poder que el pueblo le había entregado...
Hace años, la fortaleza de un socialista marco un hito en la historia republicana de Chile, por defender en lo que creía y ser visionario y aún en medio del humo de la Moneda soñó con las grandes alamedas...

Hoy, tras años viviendo en una democracia sin duda mejorable, cuando en la misma mesa se sientan derechistas y comunistas a mejorar el sistema binominal, cuando el Poder Ejecutivo es liderado por una mujer que cree en el Gobierno Ciudadano y las reformas sociales apuntan a la búsqueda del desarrrollo antes del bicentenario.
Hoy cuando Chile se sienta junto a los grandes, un par de pelotudos cobardes se esconden tras pañuelos y rompen cuanto existe en su paso.
Ellos que esconden su mediocridad y bajeza en las consignas de los desaparecidos y abusan del dolor de madres, hermanos, esposas e hijos que jamás han podido llevar flores a una tumba para hacer lo único que saben, destruir y manchar los pasos ya emprendidos.

Por ese par de inconscientes, esta fecha continua siendo sinónimo de miedo y no de reflexión democrática para que nunca más el hombre libre pierda o deje de valorar las grandes alamedas.