martes, agosto 29

Mientes tan bien, que me sabe a verdad…

Los martes mi lectura periodística tiene una rutina.
Del corazón del El Mercurio me robo la revista femenina "Ya". No voy a comenzar a dar la lata explicando que no soy el tipo de mina que lee las dietas, la moda y el horóscopo, porque todas tenemos un poco de rosado en nuestra personalidad.
Pero la verdad, es que la columna de Consuelo Aldunate me interpreta en esta realidad de estar cerca de los treinta años, ser soltera, profesional, independiente y que no tengo en mi cartera un vestido blanco intentando salir en cada cita.
Esta semana el tema me dejo pegada: “es una lata darle permiso a otro para que te mienta, que te estén haciendo tonta full time”, señala en resumen el alter ego de Claudia Aldana.

¿Cuantas veces no he sido protagonista de este juego?.
No estoy hablando de pareja, porque ya aprendí que el costo es alto y las ganancias mínimas al interpretar el rol de “Penélope”, justificando sus adolescentes actitudes con un “me ama demasiado y me extraña tanto, tanto!, que la angustia lo hace tratarme así”…
mal…
Que tire la primera piedra la que no ha sobrecomprendido al ser amado.

Pero, díganme, no se han visto en la mitad de una conversación donde un cercano relata, incluso con detalles, algo que todos los receptores sabemos que es mentira?.

Pues yo sí, y los ejemplos son muchos.
Comprendo que la pasión y las revoluciones hormonales te vuelven ciega, así que ya ni emplazo a mis amigas que me juran que el mino es el más rico del universo y cuando me presentan al individuo no tiene nada de lo descrito.
Asimismo, es parte de las costumbres chilensis que cuando cometemos un error y en lo más hondo de nuestro conciente lo asumimos, es más digno continuar con la mayor soltura de cuerpo, contándole a cuantos nos quieran escuchar lo felices que somos, con palabras rosaditas que anestesien la pregunta: como mierda llegue a esto?.

La lata es cuando debes mentir, consiente y responsablemente. Yo lo debo hacer, porque esa falacia le ha dado estabilidad a quien necesitaba con urgencia sentirse amada, acompañada y valorada.
Es por eso que estoy preparándome, buscando argumentos comunes para sonreír y parecer lo más natural posible cuando escuche los detalles.
Sé que ella me permitirá decir todas las mentiras necesarias para no alejarnos más, pues ya es mucho lo que nos extrañamos.
Yo haré como que le creo y ella hará como que me cree, al fin y al cabo, cuando seamos viejas nos reiremos de este período.

El drama es… Y si no es mentira?.
Ups!.

2 comentarios:

carito dijo...

Jajajajaj Sole,, pucha q es verdad eso,, yo tmabien leo la Ya todos los martes, precisamente a la Consuelo Aldunate,,, y es increible como quieres convencerte, en cierto casos, que el "susodicho" dice la verdad, aun cuando las pruebas demuestren los contrario,jajajaj pero es asi la vida, una a veces necesita simplemente CREER,,mmmm aunque en otras oportunidades hacemos que "les creemos",, en fin,, cada una sabe donde y hasta cuando aguanta...

te mando un besito grande y sigue escribiendo :D

te dejo mi blog,, es bien personal si.;P
http://diario-de-eva29.blogspot.com/

Anónimo dijo...

de verdad era para ella?....
son tantas frases que me dijiste alguna una vez que me es dificil no sentirlas propias...
"La lata es cuando debes mentir, consiente y responsablemente. Yo lo debo hacer, "porque esa falacia le ha dado estabilidad a quien necesitaba con urgencia sentirse amada, acompañada y valorada".
Es por eso que estoy preparándome, buscando argumentos comunes para sonreír y "parecer lo más natural posible cuando escuche los detalles".
Sé que ella me permitirá decir todas las mentiras necesarias "para no alejarnos más, pues ya es mucho lo que nos extrañamos".
Yo haré como que le creo y ella hará como que me cree, al fin y al cabo, "cuando seamos viejas nos reiremos de este período"".


definitivamente no suena a un problema laboral....

a eso agrégale la imagen que utilizaste...

sólo eso...

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