Ya huele a primavera

¿Licencia médica en pega nueva?... Ni soñarlo!!. Bajo esta consigna y con un canto interno al mejor estilo del estadio nacional cuando juega la selección chilena, me levante y me fui a mi trabajo.
Siendo honesta anoche no dormí nada de bien, junto con los monólogos de la Oti analice en primera persona los acontecimientos de los últimas dos meses.

Hay muchos hechos que no comprendo, existen palabras que me han herido y otras que he usado para defenderme. He conocido más personas que en los pasados tres años y me río más temprano en compañía de mi padre y me duermo al lado de mi vieja chica antes que la noche se transforme en madrugada.
Este invierno se lleva consigo la lección de tomar decisiones importantes por dolorosas que puedan parecer, en la confianza de saber que la paz es la señal de que vas por la ruta correcta.

- Me cambie de pega.
- Borre y puse en categoría “no admitir” de mi MSN al pasado.
- Deje de amar a quien de verdad nunca lo mereció.
- Me aleje de mi mejor amiga y acepte que ese rol existía en mi vida.
- Me he tomado todos mis medicamentos a la hora.
- Renuncie a reconquistarlo y acepte el trato de no hacer nunca más nada.
- Aprendí el paso básico de tango y disfruto de Pilates junto a mi bruja ingeniera (que no viene de ingeniosa).
- El mejor carrete es el que tengo en casa y mis mayores confidentes son mis hermanos.
- He postergado mis monólogos y aprendía a consolar la tristeza de una amiga que tiene su papá muy enfermo.
- Me deje cortejar por dos hombres guapos y descubrí que mi corazón es selectivo y no me quede con ninguno de los dos.
- Termine mi primera publicación.
- Asumí el reto del Karaoque en la primera salida, olvide el mito que entre periodistas no resulta y estuve a un resfrío de jugar fútbolito.
- Volví hacer de mi día una constante oración...

Mi corazón late con pasión... se acercan tiempos de paz.