En cuarentena

El médico miro de forma severa mis ojos de “niña en problemas” y mientras mi yo interno me repetía que era mejor largarnos de la fría consulta, la sentencia fue definitiva.
“Señorita”, señaló el especialista, “usted no sólo esta pasando el punto más crítico de su alergia al polen, sino que además tiene los bronquios dilatados. El motivo puede ser un simple resfrío, que debido a su baja de defensas puede complicarse o es un virus que se agarro, pero eso lo veremos con estos exámenes”...
Ups!, menos mal que no sería nada grave, un virus? Algo así como los computadores?? Ósea debería ir a cuarentena??.

Sólo pensaba en mi vieja chica que duerme cada noche a mi lado y cómo autoexiliarme para no contagiarla.
En eso estaba, tomando medidas rápidas, cuando me di cuanta que el hombre de bata blanca aún no había terminado.
“Y sobre sus reflujos, ¿usted que hace?, aahhh verdad que es periodista, pues creo que es el sistema nervioso, así que va a tomar estas pastillas y sobre todo "mijita" la quiero ver dormir muchas horas este y los próximos tres fines de semana”.

Plop!...

Así que estoy enferma, con mi capacidad de respirar reducida a la mitad, con una tos de perro que ya me lleva y con un dolor continuo en el pecho... obviamente sin fumar.

Mientras la mayoría de mis amigos se organizan para ir a casa del Yoyo para celebrar su cumpleaños número 33 y dos brujas aprovechan la noche de sábado para estudiar, yo me quedo en casa con una lista de medicamentos de todos los colores y con distintos horarios para tomar, con un jarrón de liquido, una cajita con diseño de pañuelos desechables y mi familia de enfermeros.

Hoy supe que la “noche fantástica” de una amiga incluyo besos de madrugada, más allá de la sorpresa al comprobar con hechos que no es mucho lo que de verdad la conozco, me uno a los buenos deseos de todos los que los quieren ver felices.
Pilar, es bueno saber que encontraste aquello que tanto buscabas, tenías mucha razón, cada cual tiene la pareja que merece y él es un gran tipo. Felicitaciones!

Y yo?... Tantos “no” entregados en los últimos meses, donde mis bonos en el mercado han subido considerablemente, tienen una sólida explicación. No quiero satisfacer mi demanda con la primera oferta que exista.

La espera no me angustia porque sé que llegara aquel personaje que sin programarlo asentara sus colores en mi paleta y con quien no necesitaremos muchas palabras ni medios para convertir la rutina en magia.
Si Dios me ha regaloneado con tantas buenas cosas, no creo que me niegue la compañía de un hombre inteligente, con visión, con quien pueda hablar de todo y no sólo del micro mundo construido a base de nuestra reducida mirada.
“Los amores cobardes no saben de historias”

Pero bueno, por ahora estoy en cama, aplicando un antivirus que proteja mi disco duro que debe estar funcional el lunes para pauta de prensa.

P.D. Tengo pendiente subir los detalles del señor licenciado, el centenario de la Otilia, los treinta años de mis viejos y los primeros días en la UDI.
No pasa de esta semana, prometido!.