“No quiero que hagas nada más… tengo miedo que vuelvas hacer lo mismo, que yo sea postergado por los amigos, por tu trabajo. No hagas nada más, nada más”
Así fue. Sin más preámbulos que la verdad directa que me dejó en el más profundo de los silencios… que podía decir?... ya no era válido ni siquiera intentar…
Hace algún tiempo ya no me contaba nada, se limitaba a contestar mis preguntas en los tiempos que él considerará correcto. Se enojo por considerar que cierto mensaje debía ser primero para él, cuando la cercanía con mi “jefe de campaña” fue la estrategia para estar informada de primera fuente sobre su vida y que me heredo la sorpresa de descubrir una valiosa persona, un gran amigo.
En medio de sus quejas reclamo comunicación, padeciendo de amnesia inmediata a mis continuos llamados, a las mil formas inventadas para buscarlo aún superando mi orgullo, desde el maldito 21 de julio cuando por teléfono dijo ya no más.
Apelo una vez más a mi comprensión. “Vas a seguir enojada”, cuando en la semana disfruto el dejarme hablando sola… una disculpa?... que eres chistosa!, JAMAS, ni en lo más hipotético de una supuesta relación lo haría, soy yo quien se equivoco, no olvides que sólo él ha sufrido.
Y ahí quede, la madrugada de un día feriado con el corazón hecho trizas, con la certeza que el orgullo es más potente que el amor, que nada de lo entregado pudo lograr el perdón de un silencio inmaduro, que mucho del castigo recibido ha sido programado e inmensamente disfrutado… me llamo cuando le recordaron que lo hiciera, me cuido cuando le propusieron que seria bueno que asi fuera, se ocupo cuando su “conciencia” le dijo que me tenia abandonada.
Irónicamente me pregunta si ya hay otra persona, pues claro, como no dudarlo… ya lo hice una vez, me deje cuidar y querer por quien compartía la rutina diaria tras cinco meses escuchando de diversas formas que yo no le importaba…fue él quien dijo que el amor se había agotado y que juro a su madre que jamás de los jamases volvería a mi lado.
Pues no, no hay otra persona… sólo me agote de ser la piedra de tope a todos los quiebres de su vida, a los problemas del trabajo, a las pruebas familiares, a los cambios de humor… hoy te quiero, mañana no lo sé… hoy eres mi cable a tierra, mañana con suerte, y si quieres por medio de tus cartas, puedes saber como voy…
Comprendí… ya no hare nada.
Gracias por tanto y por todo...
martes, junio 27
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