Volver a empezar

En noche de luna llena y pasada la medianoche mi blog se suprimió. Con la sencillez de un click inofensivo, se fueron al cementerio global algunos artículos periodísticos y escritos personales que por más que intente rescribirlos nunca tendrán la magia y la fuerza de su original. En el banquillo de los acusados se encuentra mi inexperiencia en Internet y la poca concentración en las clases de Fernando Meza, periodista que intento cada miércoles por la noche durante un trimestre encantarme con “los nuevos periódicos personales”.
La verdad, me consuelo pensando que en medio del trabajo y los estudios, el poco tiempo libre que quedaba, preferí utilizarlo en borrar las ojeras permanentes -fruto de un año de campaña política- en los brazos de Morfeo o sencillamente compartiendo con aquellos que extrañaba, antes de poner al día mi espacio en el cibermundo.
Y ahora que ya no está, comprendo que es tiempo de reconstruir no sólo mi blog, sino las instancias para escribir, de volver a gozar en la creación, de investigar antes de publicar, de exteriorizar lo vivido por el simple gusto que alguien puede ser un día un lector. Al fin y al cabo, años de estudio se deben transmitir, digo yo.
Así que aquí vamos de nuevo, pintando de letras las emociones y volviendo a la búsqueda de respuestas para tantas preguntas que aún dan vueltas en mi mente y en mi esencia.
Un buen desafío... que acepto..quizás esta vez si hagamos historia.
Solgonara